RUJA: Repositorio Institucional de Producción Científica

 

Informe GEM Andalucía 2022-202

Resumen

Nuestro propósito hace veinte años, cuando en 2003 publicamos el primer informe GEM sobre la creación de empresas en Andalucía, fue ofrecer información rigurosa y comparable sobre la dinámica de un fenómeno social complejo. El fin último era, y sigue siendo, facilitar su gobernanza y converger con sociedades más avanzadas, con Europa y otras regiones españolas para modernizar el tejido empresarial. Algo crucial para el desarrollo económico y el bienestar social. El comportamiento de la población andaluza ante este reto y los condicionantes de su entorno, se han recogido en los informes anuales gracias a las más de 50.000 personas encuestadas, la opinión de los casi 1.000 expertos consultados y el trabajo de los 130 investigadores que han participado en los informes de estos años. A todas estas personas, a las empresas e instituciones colaboradoras y a la red nacional e internacional GEM, mis agradecimientos. El principal rasgo a destacar de lo observado en estos años es el carácter social del fenómeno emprendedor, que atañe al comportamiento individual de las personas (a sus iniciativas, percepciones, miedos y capacidades creativas), a sus relaciones con los demás actores del ecosistema social, a la bondad de este, y a los recursos disponibles de su entorno (institucionales, educativos y tecnológicos, principalmente). En definitiva, el fenómeno responde a un enfoque sistémico menos cercano a la visión individualista de la “destrucción creativa” de Schumpeter y más a la visión coral, cercana a la “construcción creativa” que propone David Audretsch. El cambio social más relevante de este proceso ha estado protagonizado por las mujeres. Las mujeres emprendedoras andaluzas y españolas conquistan territorios hasta ahora vedados y alcanzan en estos 20 años tasas similares a la de los hombres. De ser prácticamente la mitad en 2003 crecen de manera espectacular y sostenida, principalmente desde 2011, hasta casi igualar la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) de los hombres en 2022. Aunque en todos los países de referencia crece la igualdad entre mujeres y hombres Andalucía y España lideran este cambio global. La población de Andalucía ahora emprende menos. La TEA (porcentaje de personas involucradas en crear una empresa sobre la población total) ha descendido 0,7 puntos (del 6,2% en 2003 al 5,5% en 2022) una cifra similar al descenso que experimenta España (-0,8). Este comportamiento contrasta poderosamente con las diferencias al alza que han experimentado países como Francia (+7,5), EEUU (+7,3), Reino Unido (+6,5) o Alemania (+3,9). Andalucía tuvo un periodo sostenido de crecimiento superior al de España entre los años 2011 a 2018, año que alcanzó su máximo histórico (8,8%) y que actualmente queda lejos de EEUU (19,2%), Reino Unido (12,9%), Francia (9,2%) o Alemania (9,1%). Este descenso va unido a un aumento del pesimismo, al igual que en el resto de España, lo que contrasta con las tendencias de otros territorios. En Andalucía el porcentaje de personas que perciben buenas oportunidades para crear empresas ha descendido más de 10 puntos, pasa del 39,3% en 2003 al 29,1% en 2022. La evolución es de signo contrario en países como EEUU (sube 27 puntos), Alemania (+26) o Reino Unido (+9). Andalucía se vuelve más conservadora en este periodo. El miedo a fracasar en una iniciativa empresarial se eleva 21,8 puntos, del 37,7% de la población en 2003 al 59,5% en 2022. Esta tendencia es similar a la de otros territorios y se encuentra dentro del rango observado en países que van de los 22,1 puntos de aumento del Reino Unido, los 20 de EEUU, los 18,4 de España, los 14,2 de Alemania o los 12,3 de Francia. Un aspecto esperanzador es que mejora el perfil de la formación de las personas emprendedoras. En 2003 el grupo más numeroso eran las personas con estudios secundarios (45%), los universitarios solo alcanzaban el 23%; en 2022 las personas con estudios superiores llegan al 40,6%. Esta mejora se observa también en la formación específica relacionada con la puesta en marcha de una empresa. La innovación en productos o servicios aumenta, puede que haya influido el cambio en la formación. Las iniciativas que se consideran novedosas pasan del 16,3% al 33,7%, una subida sustancialmente superior a la que se experimenta en España (del 23,8% al 27%). Siguiendo una tendencia global, las iniciativas industriales pierden protagonismo en la estructura sectorial, concentradas principalmente en los servicios, pasan de representar el 14,4% en 2003 al 13,9% del total en 2022. Estos comportamientos más sobresalientes de la población aparecen acompañados por factores del entorno que los condicionan. Los tres obstáculos del entorno más citados por los expertos en 2003 fueron el acceso a la financiación, las normas sociales y culturales y el déficit de formación. Veinte años después, las explicaciones se han vuelto más sutiles. La necesidad de reforzar la coordinación de las políticas públicas favorecedoras del ecosistema, y las correcciones de las desventajas financieras que suponen las cargas fiscales y regulatorias en las etapas iniciales de las empresas emergentes y el déficit de formación, son las barreras más señaladas. Respecto a esta última, la formación empresarial en la etapa escolar sigue siendo donde Andalucía presenta una valoración más baja en comparación con España y con los países más avanzados. La mejora en la transferencia de conocimientos científicos y tecnológicos a las nuevas empresas no alcanzaba el aprobado en 2003 y, aunque ahora lo roza, no logra situar su valoración en el nivel de los territorios más avanzados. Los datos que ha ofrecido GEM en estos años muestran que en una sociedad avanzada la capacidad de emprender es un atributo de la población que puede desarrollarse y aprenderse, que tiene carácter sistémico e institucional, que el reto pasa por crear comunidades dinámicas que propicien la confianza, disminuyan las desigualdades y aumenten las relaciones de colaboración. Como decía Carlos Gardel en su tango “Volver”, veinte años son nada. Pocos, probablemente, para determinados cambios en la estructura económica de un territorio y suficientes para apreciar la evolución de la sociedad andaluza y de su dinámica empresarial. El proyecto GEM ha supuesto para mí una dedicación destacada en mi devenir académico. Desde su comienzo he tenido la gran suerte de contar con excelentes colaboradores que han hecho posible lo que no ha sido fácil: realizar año tras año un análisis exhaustivo del fenómeno emprendedor. Ha sido un reto superado gracias a los apoyos recibidos que se explicitan en cada uno de los informes anuales de este periodo. A partir de ahora la dirección del proyecto GEM en Andalucía pasa a muy buenas manos y lo dirigirá la Catedrática de Organización de Empresas de la Universidad de Jaén, María Jesús Hernández Ortíz, como presidenta del Observatorio del Ecosistema Emprendedor de Andalucía. Estoy seguro que, gracias a su excelencia académica y profesional y a la de los compañeros que le acompañan, entre ellos, la Catedrática María del Mar Fuentes de la Universidad de Granada y el Catedrático Francisco Liñán de la Universidad de Sevilla, lograrán avanzar en este reto compartido por un gran equipo de investigadores de la práctica totalidad de las universidades andaluzas. A todos ellos mi agradecimiento por su labor y por su compromiso con el proyecto GEM. Seguiremos colaborando en este y otros frentes para impulsar el progreso de Andalucía.

Descripción

Palabras clave

Emprendimiento, Andalucía, GEM, Global Entrepreneurship Monitor, Emprender, Creación de empresas, Empresas, TEA, Percepción sobre emprendimiento, Proceso emprendedor, Perfil del emprendedor

Citación

Observatorio del Ecosistema Emprendedor de Andalucía (2023): Global Entrepreneurship Monitor. Informe GEM Andalucía 2022-2023. Ed. OEEA, Jaén.

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