Examinando por Autor "Royuela, A."
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Ítem Consideraciones sobre el coeficiente de solape para el cálculo de emisores en riego localizado(Asociación Española de Riegos y Drenajes, 2024) Martí, P.; González‐Altozano, P.; Gasque, M.; Román, A.; Turégano‐Pastor, J.V.; Royuela, A.Una manera relevante de contribuir a aumentar la eficiencia en el uso del agua en agricultura consiste en plantear un diseño correcto de las instalaciones de riego, así como una gestión adecuada de la explotación. El diseño de las subunidades de riego localizado consta, en general, de dos fases diferenciadas: el diseño hidráulico y el diseño agronómico. En la fase de diseño agronómico se determina, entre otros parámetros, el emisor a instalar, así como su número y posicionamiento en parcela. Diversas experiencias pusieron de manifiesto que no es necesario mojar toda la superficie de una planta para asegurar un correcto desarrollo de la misma. Por otra parte, es recomendable limitar la separación entre dos emisores contiguos para asegurar un solapamiento mínimo entre sus bulbos húmedos que impida la proliferación de sales en la zona radicular. En base a esto, un criterio de diseño agronómico ampliamente aceptado para calcular el número teórico requerido de emisores por planta consiste en dividir el área a mojar de la planta entre el área mojada por un emisor. Algunos autores consideran en este punto el área mojada neta de un emisor (Ane), que tiene en cuenta la reducción de superficie mojada debido al solapamiento entre emisores y que se estima mediante el coeficiente de solape (Kp). En la bibliografía se define Kp como la relación entre Ane y el área total mojada por el emisor. Su valor es función exclusivamente del porcentaje de solapamiento. Sin embargo, no se indica cómo se debe calcular Ane. Además, llama la atención que dicho coeficiente no dependa del número de emisores considerados, ni del diámetro del bulbo húmedo, ni del número de laterales por fila de plantas. Este trabajo presenta un análisis teórico del cálculo del coeficiente de solape. Las áreas solapadas entre emisores difieren entre emisores extremos y emisores interiores. Asimismo, estas áreas solapadas vuelven a diferir entre configuraciones con un único lateral por fila de plantas y dos laterales por fila de plantas. Los valores de Kp existentes asignan un Ane idéntico a todos los emisores del lateral. Concretamente, asignan siempre el área neta correspondiente a un emisor no extremo en un único lateral por fila de plantas. En cambio, para tener en cuenta que las áreas solapadas difieren entre emisores, sería necesario incorporar el número de emisores por planta como variable de entrada para el cálculo de Kp, así como si van dispuestos en uno o dos laterales por fila de plantas. En un lateral por fila de plantas, la definición original de Kp, al no tener en cuenta que los emisores extremos presentan una mayor Ane, sobreestima el número teórico de emisores requerido por planta. En emisores agrupados dispuestos en dos laterales por fila de plantas, al existir un solapamiento adicional entre laterales, los Kp sobreestimarían Ane en los emisores interiores y, por tanto, infraestimarían el número teórico de emisores requerido.Ítem Efecto del método de estimación de la Evapotranspiración de Referencia sobre las dotaciones de riego anuales de cuatro cultivos en Albacete(Asociación Española de Riegos y Drenajes, 2024) Román, A.; López‐Urrea, R.; Royuela, A.; Turégano‐Pastor, J.V.; González‐Altozano, P.; Martí, P.Las necesidades de riego de los cultivos se determinan a partir de la evapotranspiración del cultivo (ETC). Ésta se suele calcular aplicando la metodología propuesta por la FAO, multiplicando la evapotranspiración de la superficie de hierba de referencia (ETO) por un coeficiente de cultivo (KC). La FAO propone adoptar unas curvas de KC con 4 tramos diferenciados para cada estado fenológico del cultivo (inicial, desarrollo, mitad y final de temporada). Para generar estas curvas se sugiere para cada cultivo la duración orientativa de cada etapa y el valor de KC correspondiente, así como la fecha aproximada de siembra. Asimismo, la FAO propone la ecuación de Penman‐Monteith (FAO‐PM) como método estándar para estimar la ETO. Sin embargo, su aplicación no es posible en muchos casos por la ausencia parcial o total de las variables climáticas requeridas. Por ello, se han desarrollado un gran número de métodos alternativos para dar solución a los diferentes escenarios de disponibilidad de datos. Entre éstos se halla la ecuación de Hargreaves‐Samani (HS), cuyo uso está ampliamente extendido, porque solo requiere datos de temperatura del aire. Existen un gran número de estudios sobre la precisión de diferentes métodos para estimar la ETO. Sin embargo, pocos estudios han evaluado la repercusión de la precisión en la estimación de ETO sobre la estimación de ETC. Este estudio pretende evaluar el efecto del método escogido para estimar ETO sobre las dotaciones anuales de riego de 4 cultivos de interés en la provincia de Albacete (trigo, maíz, cebolla y almendro) asumiendo la duración (días) de los ciclos de KC sugeridos en FAO56. Los valores de ETO se han calculado mediante las ecuaciones de FAOPM y HS. Asimismo se han utilizado valores lisimétricos de ETO para calcular las dotaciones de referencia. Los datos corresponden a una serie de 8 años de la estación lisimétrica ubicada en Albacete. La FAO plantea 12 ciclos de cultivo diferentes para trigo y maíz, respectivamente, así como 6 ciclos para cebolla y 1 para almendro. Se aplicó la metodología de la FAO para el cálculo de la ETC, asignando el KC correspondiente a cada día juliano del ciclo del cultivo para la serie de 8 años disponible, y se calcularon las dotaciones anuales correspondientes. Asimismo, se calcularon los errores de estimación de ETO y ETC para los días del ciclo del cultivo. La proporción entre ETC y ETO anual acumulada durante el ciclo del cultivo se mantiene constante para los tres tipos de valores considerados de ETO. El efecto de la curva de KC sobre las dotaciones de ETC es variable y parece depender de la relación entre la estacionalidad del ciclo asignado y la precisión de las estimaciones de la ETO durante cada etapa de dicho ciclo. El error medio de sesgo (MBE) de las estimaciones de ETO es un indicador más adecuado que el error cuadrático medio relativo (RRMSE) para evaluar la pauta de infra‐/sobredotación anual de ETC. Un menor RRMSE en la estimación de la ETO puede no corresponder con una menor infra‐/sobredotación anual de ETC.Ítem Experiencia de laboratorio para determinar la influencia de la temperatura en el caudal arrojado por un emisor de riego localizado(Asociación Española de Riegos y Drenajes, 2024) Royuela, A.; Turégano, J.V.; Román, A.; Martí, P.El riego localizado se viene utilizando desde hace décadas en la mejora de la eficiencia del uso del agua. Con la evolución actual del clima, con reducción de las precipitaciones e incremento de las temperaturas en la península, el control exhaustivo de los parámetros del riego será cada vez más necesario. En esta vía se está incidiendo mediante las nuevas tecnologías que se pueden incluir en la agricultura de precisión y la nueva revolución basada en el desarrollo de las tecnologías digitales (Agricultura 4.0), aunque sigue siendo imprescindible profundizar en el comportamiento del gotero o emisor como elemento último y clave en la aplicación del agua sobre el terreno. Los fabricantes suministran la información del funcionamiento del emisor de acuerdo a lo estipulado en la norma UNE ‐EN ISO 9261. Se distingue entre emisores con regulación de presión o auto‐compensantes, en los que se mantiene un caudal prácticamente constante para distintas presiones a la entrada del emisor, y aquellos cuyo caudal varía en función de la presión. Ahora bien, la norma define el caudal nominal como el caudal arrojado cuando el emisor funciona a una temperatura de 23ºC ± 3 ºC, a la presión nominal de ensayo. Ese intervalo de temperatura fijado por la norma puede diferir en condiciones reales de funcionamiento en campo, por lo que el efecto que la temperatura pueda tener en el caudal arrojado por los emisores es un asunto que ha generado atención en diferentes investigaciones. El objetivo de la presente comunicación es mostrar los resultados obtenidos en laboratorio de los caudales arrojados y sus coeficientes de variación (CV) a diferentes temperaturas y presiones para dos emisores: uno turbulento de caudal nominal 2,2 L/h y otro autocompensante de caudal nominal 3,8 L/h. Los emisores han sido testados en el banco de ensayo automatizado para emisores de riego localizado del Laboratorio de Hidráulica y Riegos (LHIR) de la UPV, que tiene una precisión en la medición y regulación de la presión de 0,1 kPa, con errores en la determinación del caudal menores del 0,5%. Cada emisor se ha ensayado siguiendo la norma a cinco niveles de temperatura consigna distintos: 14, 18, 23, 28 y 33 ºC. La fluctuación de la temperatura en cada nivel se ha controlado mediante los equipos de calefacción y refrigeración del banco, reduciendo la oscilación térmica respecto a lo que fija la norma. Mediante análisis estadísticos se infiere que en el emisor turbulento la variación de caudal con la temperatura no es significativa, aunque si se aprecia que a medida que aumenta la temperatura el caudal medio disminuye, debido al incremento de la turbulencia. La variación oscila entre el 1,14 y el 1,6 %. En el emisor auto‐compensante la temperatura sí tiene una influencia significativa en el caudal dentro del intervalo de presiones de compensación. Las variaciones son pequeñas y se cuantifican en el ±1,6 %.